Recordando los años 80 comienzo. Aquellos de esa generacion como yo, recordaran un gran anuncio que promovió el FROM (Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación), que mediante unos dibujos animados, nos instruia y/o educaba a la hora de consumir pescado, con una cancioncilla que rezaba el eslogan "Pezqueñines, no gracias. Hay que dejarlos crecer".
Estos deliciosos crackers salados son pequeños trozos de masa de pan horneados y crujientes en forma de pez, de ahí que su mascota oficial sea un pez dorado con gafas de sol; todo un gamberrete.
Estos snacks se presentan en
bolsas de 227 gr. y mantienen la cualidad de mantenerse frescos durante varios
días abiertos. Debido no solo a sus ingredientes, sino a su forma de
elaboración y su envase.
La
mejor manera de saber lo que comes es conocer su origen y trayecto, y Taste Of América, en su página web, en
la que se pueden adquirír el producto, nos incluye un video de la fabricación de este delicioso aperitivo; donde nos
explica una breve historia de la famosa marca Pepperidge Farm, el proceso de elaboración y distribución, y la
receta. Con algún secreto que se guardan en la manga, por supuesto.
Para conocer los detalles, no dejeis de pinchar, el siguiente enlace: http://www.tasteofamerica.es/pf-goldfish-pretzel-227-g.html
Para conocer los detalles, no dejeis de pinchar, el siguiente enlace: http://www.tasteofamerica.es/pf-goldfish-pretzel-227-g.html
Ahora que ya sabemos de este
producto será necesario probarlo. Y no nos quedemos en el clásico pretzel salado,
pues para los de paladar mas variado también se pueden encontrar estos Goldfish, de sabor Salt & Vinegar y
Cheedar. ¿Con cuál te quedas tú?
Este trocito de masa de pan
horneado y salado, resulta un juego divertido para los más pequeños de la casa;
eso sí siempre con moderación, sin olvidarnos de una buena alimentación y
ejercicio. Y no solo que disfruten los niños, para los adultos también; pues es
ideal como aperitivo con tu cuadrilla o familia, acompañado de una cerveza bien
fresquita.
Para despedirme, me abriré una
bolsa de estos pretzezillos, y
realizare “La búsqueda del tesoro”, pues si bien ya sabemos cuál es la mascota
de estas galletitas saladas, pero ¿cuál es su nombre? he ahí la cuestión, y
el………. reto lanzado.
¡Que
la búsqueda comienze!